Thiago, el prodigio boliviano del ajedrez de solo siete años de edad

Como toda historia tiene un comienzo y es esta la de Thiago Arteaga. Él aprendió a los cuatro años a mover las fichas de ajedrez correctamente, incluso antes de saber leer.

“Hacíamos las partidas y ya demostraba seguridad. Conmigo terminó todo cuando ya me ganó y yo dije que ya no era contrincante para él”, cuenta Félix Omonte, su abuelo.

Descubrieron sus habilidades en el ajedrez y nadie descanso para impulsar su talento. La familia es el apoyo e incentivo de su determinación y perseverancia.

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“Estaba ‘abuelo jugaremos, abuelo jugaremos’, desesperado con quién jugar”, relata Hada tapia, su abuela.

“Él juega feliz, le encanta jugar. Hace rápido sus tareas y dice ‘¿puedo jugar un torneo?’, me alegra mucho que haya encontrado su pasión desde tan pequeñito”, dice por su parte su mamá, Mónica Herbas.

El ajedrecista ahora tiene siete años y juega con técnica y estrategia, desde muy niño que mueve torres, peones y alfiles. Ha aprendido a manejar el tiempo y los movimientos.

“Es divertido, pero también difícil porque hay que pensar. Entreno por lo menos dos o una hora al día”, dice Thiago.

Cuando no está estudiando matemáticas, jugando al fútbol o entrenando ajedrez, está representando a Bolivia. Ha dado oro a nuestro país en el Campeonato Panamericano, el pasado mes de octubre, en Perú.

“Enfrentarse a jugadores de diferentes países y ganar en las tres modalidades, imagínese del nivel de jugador que estamos hablando. Es muy difícil encontrar un talento como Thiago a tan corta edad”, cuenta Javier Accinelli, instructor de la Federación Internacional de Ajedrez.

Para su familia no fue una sorpresa, Thiago mostró talento desde los cuatro años y desde entonces siempre se enfocó en entrenar y mejorar.

“Desde el comienzo ya noté que él era un niño que tenía aptitudes para el ajedrez, pero lo interesante es que Thiago en esa época no sabía ni leer, ni escribir. Hacemos partidas y él está viendo, esperando que me equivoque y ganarme la partida”, señala Fidel Aguilar, profesor de ajedrez.

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Dicen que cuando se tienen los objetivos claros a la larga las cosas siempre resultan. Thiago está ganando decenas de trofeos y medallas en el ajedrez, su disciplina para el deporte requiere de mucha constancia.

“Siete años y es indescriptible todo lo que ha logrado. Tiene una dedicación, tiene esa fuerza de no rendirse” dice su papá, Darwin Arteaga.

Thiago es niño record, en su última participación en Perú ganó tres medallas de oro. Él es triple campeón panamericano escolar de ajedrez.

“Me sentí feliz porque tres medallas de oro es mucho, pero también divertido jugar”, dice Thiago, nuestro Boliviano de Oro.