Marcelo Broli, un obrero que fabricó al Celeste campeón del Mundial
El entrenador de la selección uruguaya, criticado en un principio en su país, escribió su nombre en la historia del fútbol charrúa con la obtención del título sub-20.

Mesura y sacrificio, el mantra que acompañó su carrera como jugador y permanece en el entrenador Marcelo Broli, el estratega detrás de la selección uruguaya campeona del mundo sub-20.
Broli firmó la página más gloriosa de su trayectoria este domingo en La Plata, Argentina, al conquistar el primer título mundial de la Celeste en sub-20 al derrotar en la final a Italia por 1-0.
“No vinimos a inventar nada al Mundial, nosotros simplemente aprovechamos a los futbolistas, pero el mérito es de ellos”, dijo el entrenador en la previa a la final que terminó con fiesta uruguaya en el estadio Diego Armando Maradona.
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Con su hablar sereno pero seguro, Broli reiteró durante todo el torneo: “nuestra base es el sacrificio del equipo acorde del orden táctico”.
Una filosofía que sus jugadores interpretaron a la perfección desde que tomó las riendas del combinado en 2022, luego de conquistar con el equipo sub-20 de Peñarol la Copa Libertadores de la categoría.
Antes de las formativas de Peñarol, el entrenador había iniciado su carrera de entrenador en la Liga universitaria de Uruguay y en el modesto Villa Teresa.
Sus equipos reflejan las máximas que sigue el DT, un enamorado de la polifuncionalidad de los futbolistas y el sacrifico a la hora de cubrir espacios, presionar al rival y llegar en posición ofensiva en bloque.
Defender sin abroquelarse sin necesidad en el área y hacerse fuerte en ataque desde el centro del campo, una estrategia sin misterios que probó su efectividad en el Sudamericano sub-20, cuando Uruguay llegó a la final donde cayó ante Brasil, y con su consagración en Argentina 2023.